La fiscalía general de la Nación, ha tomado la determinación de llevar a juicio al expresidente Álvaro Uribe, por los delitos de soborno a testigos y fraude procesal, en un proceso que será llevado por el fiscal primero delegado ante la Corte Suprema de Justicia. Esta decisión se basa en una exhaustiva revisión de pruebas y elementos materiales, que han sido recolectados y analizados durante los últimos tres años.
Según informó la Fiscalía en un comunicado, se consideró que existen suficientes evidencias para sustentar la acusación contra el exmandatario. Este caso ha sido marcado por el desarrollo de nuevas pruebas y elementos de juicio adicionales, que no habían sido presentados en intentos previos de preclusión. Esta será la primera vez en la historia de Colombia que un expresidente enfrenta un juicio de esta magnitud, lo cual subraya la trascendencia y complejidad del proceso.
El proceso contra Álvaro Uribe se remonta a 2018, cuando se le acusó de intentar manipular testimonios de exparamilitares para desvincularse de presuntas conexiones con el paramilitarismo en Antioquia. En medio de esta estrategia, se buscaba implicar al senador Iván Cepeda en supuestas negociaciones ilegales. A pesar de los esfuerzos, la estrategia no logró sus objetivos, y el caso pasó a manos de la Corte Suprema de Justicia, que llegó incluso a dictar medida de aseguramiento en prisión domiciliaria.
Ahora, la atención se dirige hacia la rama judicial para determinar los próximos pasos en este proceso histórico. Se espera que se designe el juzgado encargado de llevar el juicio contra el expresidente y se establezca la fecha para la audiencia de formalización de acusación. Los delitos por los que se acusa a Uribe Vélez tienen un plazo de preclusión en agosto de 2026, lo que añade urgencia y relevancia al desarrollo de este caso judicial.
