El exjefe paramilitar Salvatore Mancuso quedó en libertad el 10 de julio tras una decisión del Tribunal Superior de Bogotá y la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). Sin embargo, Mancuso no podrá visitar los departamentos donde tuvo influencia delictiva ni salir del país, y su seguridad en Colombia será garantizada por la Unidad Nacional de Protección (UNP).
Según determinó Justicia y Paz, Mancuso deberá residir en Medellín y presentarse cada tres meses ante los magistrados en esa ciudad. Se le prohibió ingresar a departamentos donde tuvo influencia criminal, como Córdoba, Sucre, Bolívar, Atlántico, Magdalena, Cesar, La Guajira y Norte de Santander. Además, tendrá restricciones de movilidad en San Pedro de Urabá, Necoclí, Arboletes, Ituango y Apartadó, municipios de Antioquia donde también operaron las AUC.
Para desplazarse en estas zonas, será necesario un permiso del alto comisionado para la Paz, con fechas, lugares y actividades específicas. Mancuso también tiene prohibido salir del país y realizar acciones que promuevan el delito y las autodefensas. Estas medidas, vigentes por cuatro años, permitirán avanzar en los trámites para esclarecer la verdad y reparar a las víctimas del conflicto armado en Colombia.