En una demostración de fuerza ciudadana sin precedentes, Colombia presenció marchas simultáneas en varias ciudades principales, reuniendo a una impresionante multitud estimada en 400,000 personas, según las autoridades locales. Las protestas, lideradas por la oposición, tuvieron como objetivo rechazar las políticas del presidente Gustavo Petro.
En Bogotá, la icónica Plaza de Bolívar se vio abarrotada por una marea de ciudadanos vestidos con la camiseta de la selección Colombia y ondeando banderas tricolores, todos unidos en su llamado «¡Fuera Petro!».
Las razones detrás de esta monumental movilización son diversas y reflejan el descontento generalizado hacia las propuestas de reforma de Petro. Desde la controvertida reforma de salud hasta las preocupaciones sobre la seguridad y la democracia, los manifestantes expresaron una amplia gama de preocupaciones.
La propuesta de reforma del sistema de salud, que busca eliminar las Entidades Promotoras de Salud (EPS) y dar más control al Estado, ha generado una fuerte oposición entre los médicos y la población en general. Además, las inquietudes sobre las negociaciones con grupos armados ilegales y la posibilidad de una Asamblea Constituyente han avivado aún más las llamas del descontento.
Entre la multitud, se hicieron escuchar voces de diversos sectores de la sociedad colombiana. Desde profesionales de la salud hasta miembros de las fuerzas de seguridad retirados, todos expresaron su rechazo a las políticas actuales y su llamado a un verdadero cambio en el rumbo del país.
El presidente Petro, por su parte, respondió a las manifestaciones destacando su interpretación de los eventos como un intento de «golpe blando» para derrocar a su gobierno. Sin embargo, hizo un llamado a la movilización ciudadana, invitando a sus seguidores a salir a las calles el próximo 1 de mayo.
