Hablar de cambio es sencillo. Prometerlo, aún más. Pero llevarlo a cabo requiere mucho más que discursos bonitos o grandes ideas: se necesita un líder fuerte, alguien capaz de sostener su palabra con acciones, de imponerse ante los obstáculos y de transformar la retórica en realidad. Lamentablemente, ese no es el caso de Gustavo Petro.
Desde su llegada al poder, Petro ha demostrado que, más allá de su retórica, su liderazgo es débil. ¿Dónde quedó la fuerza transformadora que nos prometió? Lo que hemos visto hasta ahora es una gestión tambaleante, proyectos sin rumbo y una clara incapacidad para unir al país detrás de su visión. Lo que una vez parecía una promesa de cambio real, hoy se siente como una narrativa vacía.
El verdadero cambio no se logra con tentativas de caos o impulsos populistas. Se necesita un líder que sepa cómo gestionar, cómo avanzar, y cómo inspirar confianza en la gente. Petro, sin embargo, ha dejado a Colombia en una constante incertidumbre. Las reformas que prometían ser el inicio de algo nuevo se han quedado atascadas en discusiones interminables y en el centro de escándalos. Su incapacidad para generar consensos políticos y sociales solo subraya lo débil que es como líder.
El cambio que Petro prometió se ha desvanecido porque no ha sabido respaldarlo con un liderazgo firme. Sin un líder fuerte, el cambio no es más que un espejismo, una idea que desaparece en cuanto se enfrentan las dificultades reales. Colombia no necesita más promesas vacías. Lo que necesitamos es un líder que no tema tomar decisiones difíciles, que no se esconda detrás de discursos bonitos y que mantenga el rumbo firme cuando las cosas se complican. Y está claro que Petro no es ese líder.
En política, la fortaleza no se mide por lo que se dice, sino por lo que se hace. Y hasta ahora, lo único que hemos visto es que el cambio que se nos prometió sigue siendo solo eso: una promesa. Colombia sigue esperando ese líder fuerte que nos lleve por el camino correcto. Pero Gustavo Petro, con su liderazgo débil, no parece ser la respuesta.
